Flor silvestre en la Fundación César Manrique

Viaje de Puerto de la Cruz a Garachico



Nuevamente emprendo una aventura en bicicleta. Y digo aventura porque eso es lo que significan estos viajes.

Cada curva, cada subida, cada bajada es una nueva experiencia, una nueva vista, una nueva "gozada". Los paisajes van cambiando así como los olores de las plantas y árboles a medida que las carreteras suben y bajan. Y con cada nuevo pedaleo se refuerza mi empeño en conocer a fondo estas islas maravillosas, producto de millones de años de evolución, resultado de cataclismos, de erupciones gigantes que dejaron huellas, montañas y barrancos de increíble belleza. Erupciones que laceraron la isla, desde el volcán, produciendo un espectáculo de enorme belleza frente al cual nadie puede permanecer impasible, por muy insensible que sea.

Mi viaje comienza el sábado 26 de febrero (2011) en Santa Cruz, en autobús hasta Puerto de la Cruz. Allí, desde la parada del Jardín botánico, inicio la excursión subiendo (subida muy fuerte) hasta la carretera que conduce hacia Icod de los Vinos y Garachico, una carretera con bastantes cuestas, algunas muy fuertes, pero sin mayores dificultades -y con vistas hacia el mar de gran belleza.

Les incluyo un mapa del recorrido del día (en azul).




Los paisajes, tanto hacia el mar como hacia la montaña son espectaculares. Las casas, muchas de ellas con los típicos "balcones canarios", muestran el amor por la tierra, siempre rodeadas de flores y plantas.


Aproximadamente a las dos de la tarde llego a Garachico, depués de pasar por San Juan de la Rambla e Icod de los Vinos (donde hay un árbolo milenario, el Drago de Icod) y mi primera tarea es... ¡comer! Pues traigo un hambre de miedo, después de cinco horas de pedal. Encuentro un restaurant con buen pescado fresco, al ajillo y en la plancha, acompañado de una cerveza local (con café y postre, 14 euros). Después, buscar alojamiento (una pensión de alemanes, sencillo y limpio, 15 euros) y dormir una buena siesta.

En la tarde, salgo a pasear por el pueblo, tomar fotos, un vinito tinto en un mirador,... en fin, un gran descanso para el cuerpo y el espíritu. ¡Que lugar tan tranquilo y bello, este Garachico! Como dicen en Costa Rica, ¡pura vida!

Al anochecer, me paro en un bar con dos grandes televisores donde medio pueblo sigue el partido Barsa contra Alicante (3 a 1, claro), que parece ser la única distracción en esta parte del mundo, un paseo final por la orilla del mar,  y a dormir, hasta mañana...

Aquí les incluyo un album de fotos del recorrido, que termina ese día en Garachico, con su característico Roque, frente al pueblo.




Continuará...

Que el hombre sepa que el hombre puede...

Monumento recordatorio de la expedición Atlantis, de Tenerife a La Guaira (Venezuela) en 1984



En mis frecuentes viajes hasta la playa de Las Teresitas, que queda a unos 15 Km de Santa Cruz, siempre me paro, aunque sea un par de minutos, frente a una obra que simboliza la expedición Atlantis, llevada a cabo en 1984 por cinco aventureros argentinos.

La obra a la que refiero es una especie de escultura conmemorativa del viaje. (Vean el siguiente vídeo)



El hecho es que sobre la obra, en vaciado de la lámina de metal que simula la vela, está escrito lo siguiente:

"Que el hombre sepa que el hombre puede"

Estas palabras me han acompañado desde el primer momento en que las leí. Y me han servido de inspiración. Cuando, por alguna razón, flaqueo en mis intentos, me las repito para mi mismo: "que el hombre sepa que el hombre puede".

Tal vez les pueda a ustedes también servir de inspiración, cuando sientan que han llegado al final de un camino sin salida. Desde luego, la gesta de los cinco argentinos es algo realmente formidable, nada que ver con mis muy modestos esfuerzos por recorrer las islas en bicicleta.

Uno de mis lugares favoritos, que visito cada vez que voy a Las Teresitas, es el extraordinario recinto del auditorium de Tenerife, situado frente al mar y justo en la ruta de bicicletas por la que transitan a diario decenas de ciclistas,

El auditorium de Tenerife, frente al mar, simboliza una nave, diseñado por el gran arquitecto español Santiago Calatrava.


En el trayecto, además, disfruto enormemente del aire fresco, de los paisajes, del mar, de los olores a sales, del silencio de las olas... Les dejo algunas fotos que he tomado durante mis paseos.

Que las disfruten...

Tras un breve descanso,,,



En enero, unos días después de mi última salida a Puerto de la Cruz, empecé a tener una molestia leve en la rodilla derecha. Por tal motivo, y para evitar daños mayores, resolví descansar unos días. Y para completar, empezó el invierno en Tenerife (un invierno muy leve, de paso): lluvias esporádicas, algo de frio, mucha nubosidad... en fin, el clima cambió y me mantuve sin salir en la bicicleta por unas semanas.

Consulté a varios ciclistas y a un fisioterapeuta y todos me confirmaron que no tengo nada grave (tendinitis leve). Con masajes, descanso y estiramientos se me quitará el malestar (nunca ha llegado al nivel de dolor) y podré continuar explorando las islas.

De todos modos  he estado yendo a la playa de Las Teresitas, a unos 15 Km de la casa, con buenos resultados. Además, ahora viajo con una rodillera .

 Entretanto, he hecho algunos viajes en automóvil, uno de ellos hasta el Teide, justo antes de que nevara mucho, que les incluyo y espero les gusten.

En unos días ya estaré de nuevo en condiciones de seguir la aventura y pienso viajar, a fines de febrero o principios de marzo, en ferry hasta Lanzarote y Fuerteventura, donde pasaré unas dos semanas pedaleando, si no hay problemas.








¡Hasta pronto!