Flor silvestre en la Fundación César Manrique

Viaje de La Laguna a Puerto de la Cruz











Domingo, 9 de enero de 2011

Este ha sido un viaje relativamente corto, pero con un paisaje muy bello. Como otras veces, tomé el tranvía desde Santa Cruz hasta La Laguna, con lo que ahorro una gran subida que no tiene interés de paisajes, ya que es una zona muy poblada y con mucho tráfico de automoviles y autobuses -y peligroso, además.

De La Laguna tomé la vía, la carretera general, hasta Tacoronte y de ahí se sigue, por un pequeño tramo, la autopista (aquí se le llama "autovía"), hasta la salida de Matanzas, donde empalma de nuevo la carretera general.

Desde ahí, la Victoria, Santa Ursula, todos pueblitos muy limpios y con bellas casas, se sigue hasta la Cuesta de la Villa, donde hay varios miradores, siendo el principal el mirador de Humboldt. Dicen los canarios que el Barón Von Humboldt, el gran explorador alemán nacido a mediados del siglo XVIII y fallecido a mediados del XIX, que en su viaje a Sur América (Venezuela), se arrodilló y dijo no haber visto nunca un paisaje tan extraordinario como el del valle de La Orotava. No dudo que esto sea cierto, pero ¡cuantas veces más se debe haber arrodillado ante los magníficos paisajes venezolanos que recorrió, que son igualmente extraordinarios...!



En uno de los miradores conocí a unos señores, nativos de La Orotava que cuando les dije que yo soy un "Ascanio", casi se arrodillan también, pues ese apellido pertenece a una familia de ese lugar y poseedora, según la voz popular, de una gran fortuna en tierras y propiedades. Después de aclarar que yo soy "Ascanio, de los pobres, de los de La Gomera" (lo que es todo verdad), se ofrecen a servirme de guía y me conducen por algunos de los lugares más destacados de La Orotava.



Entre los lugares visitados se encuentra un hotel magnífico (de solo 4 habitaciones), llamado el Hotel Alhambra, que recuerda en su arquitectura la verdera y extraordinaria Alhambra, en Granada.

Patio interior del Hotel Alhambra, de La Orotava, Tenerife
Y por cosas de la vida, me muestra nuestro guía, un montón de cuadros inmensos de un artista ("maestro, no artista", según mi guía) llamado Otazzo, (si quieren ver su obra hagan click aquí) que yo desconocía y que, me dicen, vive en Venezuela (en Cagua) desde hace años.

Uno de los cuadros del maestro Otazzo, en el Hotel Alhambra de Tenerife.


Finalmente, bajo hasta Puerto de la Cruz, un lugar muy bonito, limpio, lleno de turistas alemanes e italianos, y con algunos surfistas en las frias aguas del Atlántico (buenas olas).

Surfistas en la playa Martianez de Puerto de la Cruz, Tenerife

Al regreso tomo la "guagua" hasta Santa Cruz (35 minutos, guagua 103).

Fin del viaje a las 4:35, contento por un bello día lleno de imágenes de los grandes paisajes vistos, la buena gente con que me he topado y un poco cansado.

Total del día: 43 Km

A continuación algunas de las fotos que tomé ese día.

Viaje de Santa Cruz a Igueste

Vista de San Andrés y al fondo Santa Cruz, desde el mirador de Igueste.


Mapa completo de la isla de Tenerife.


El viaje desde Santa Cruz - San Andrés - Punta de Igueste, en azul.

Después de unos días de descanso donde solo fui dos veces a Las Teresitas (25 Km ida y vuelta), para reponerme de la caída del día 28 (en el viaje del Bailadero a La Laguna), vuelvo a tomar la carretera, esta vez un viaje relativamente corto a Igueste, al norte de San Andrés.

Unas vistas muy bellas que compensan el esfuerzo de una subida relativamente corta (3 Km) y una bajada de poca inclinación.

Vista de Igueste, desde lo alto

Casita antigüa típica canaria


Al regreso, en San Andrés, una buena cerveza (Heineken) y un pedazo de tortilla de papas para reponer las fuerzas y de vuelta a casa.

Recorrido: 6 Km subienda, 6 Km bajando y 28 Km planos para un total de 40 Km. ¡Un buen día! Estoy preparándome para lo que he llamado "el asalto al Teide" ya que la subida hasta las faldas del volcán (unos 2.400 m) exige un esfuerzo mucho mayor. Por ahora, voy llevando adelante el entrenamiento con miras a estar en buena forma. El gran disfrute en estos viajes ha sido la belleza de los paisajes, la quietud de algunos lugares, el viento en la cara en las bajadas y, al llegar, el gran descanso...


Y ahora, unas fotos de la ruta que espero les agraden.